"El desafío del bicentenario es forjar un nuevo Perú"

Cada 28 de julio nuestro país festeja su independencia. Esta fecha tan importante nos debe llevar a la reflexión y al análisis de los desafíos y los retos que debemos de enfrentar nosotros, como ciudadanos y ciudadanas, para contribuir al desarrollo y progreso sostenido de ese Perú con el que todos soñamos. En tal sentido, exponemos algunas reflexiones e ideas que consideramos deberían tomarse en cuenta desde el enfoque personal de cada peruano y peruana que quiere lo mejor para su país. 

Una forma para que nuestra sociedad crezca, madure, progrese y se desarrolle radica en trabajar en la consolidación de valores y principios que deben permanecer de por vida. Es indudable que con mejores personas haremos una mejor sociedad y, por ende, un Perú mejor. Por tanto, gran parte del cambio para ser un mejor país está en cada uno de nosotros, de que cada persona haga las cosas como se debe, de que se trabaje correctamente y con honestidad dependen muchas cosas grandes. Parte importante de esta mejora en cada individuo es la educación, tanto en colegios, institutos y universidades. También recordemos que, si bien el colegio instruye, la familia forma.

Es momento de aspirar siempre a la excelencia, en hacer las cosas de la mejor manera, de forma ética. A la excelencia se llega por la exigencia. De allí la necesidad de ser exigentes con uno mismo y con nuestro entorno familiar más próximo. Esto implica plantearse metas personales ambiciosas, tener un plan de vida que nos permita desarrollar habilidades y actitudes, ponernos objetivos en la línea de ser cada vez mejor persona, en crecer profesionalmente, en saber más y apuntar a trascender en la vida en favor de los demás con fines nobles y de servicio. Es por ello que sostenemos que el principal desafío que tenemos como ciudadanos en este momento de nuestra historia es ser cada día mejores personas, tomando conciencia que los padres y tutores somos los principales educadores de nuestros hijos e hijas. De allí la importancia y la necesidad de saber educar, orientando a los niños y niñas a hacer buen uso de su libertad como personas y enseñándoles a ser responsables de sus actos guiándolos con el ejemplo , cumpliendo las normas y reglamentos para contagiar a todos con esta actitud, será una gran contribución para el país.

Aunque parezca mentira, la solución a muchos problemas actuales está en cada uno de nosotros. Cada peruano, desde su casa, con su familia, con sus hijos e hijas, puede contribuir mucho si promueve valores, cultura, compromiso, responsabilidad y civismo. Animémonos a realizar esta tarea, cada persona, de uno en uno vamos a llegar a más y a tener una sociedad más justa, inclusiva y solidaria. 

¡Viva el Perú!